
El portalero era un funcionario del ayuntamiento de Jaca y su labor era hacer pagar los aranceles de los productos que los agricultores y ganaderos querían introducir en la ciudad para su venta. Hay una anécdota de hace mucho mucho tiempo, en la que dos mozos de Jaca trataban de interceptar, como broma y sin maldad alguna, a los que traían los productos, mejor si era dama y mejor si era guapa. La intentaban confundir entre los dos con el producto que llevaba: Si llevaba conejo, le pedían precio por la gallina o viceversa. De tan coscones que se ponían, el o la pobre de turno se aturullaban tanto que, mosqueado/a solían decirles que se llevaran el producto y los dejaran en paz.
El portalero que véis en la foto, se encontraba en el portal de las monjas benitas a la entrada de la calle Mayor. Solían estar en las entradas a la ciudad pero eso me recuerda que había otro en la plaza de Biscós, encargado de cobrar las matriculas de las bicicletas o vehiculos pequeños.
Me ha encantado tu entrada, son cosas muy curiosas que gusta de saber.- Muchas gracias.
ResponderEliminarCargo de responsabilidad al que solo podían acceder exmilitares y excarabineros. Se les exigía una hoja de servicios intachable par evitar sobornos. Eran nombrados por una Comisión que en última instancia debía ser firmada por el Capitán General de Aragón.Les pasaba de todo: por la noche, el portalero o "vedor" nocturno, reclamaba una bombilla y en otros casos, en invierno, un brasero para soportar el frío en el interior del fielato..
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